Breve y agradable novela de lectura rápida, bien escrita, que nos lleva a la China de los albores del siglo XVIII. El secreto de la porcelana cuenta la historia de un comerciante español que se ve obligado a adentrarse en las profundidades de China para intentar obtener el secreto de la fabricación de la porcelana, por entonces un arcano muy bien guardado por los emperadores.
Leyendo críticas y opiniones en internet he observado que de esta breve novela suele decirse que es insustancial. Es cierto que gustará a esos lectores que no gustan de largas y profundas descripciones; también es cierto que hay mucho crítico de teclado, azotito y displicente. Si bien comparto la idea de que la novela hubiera podido ser algo más larga, dado que la idea es muy buena y se le hubiera podido sacar más partido, y personalmente prefiero las descripciones más detalladas, se trata de un libro que lleva detrás un intenso esfuerzo de documentación -y conocimientos- que creo no se sabe apreciar. En él se habla tanto del proceso independentista en Filipinas como de la aberración de los pies de loto, de la fabricación de la porcelana y de la alquimia en Europa, así como de la cultura China de entonces a lo largo de toda la obra.
Esta breve historia nos habla de renuncia y de esfuerzos mal pagados. Por otro lado, El secreto de la porcelana está cargado de proverbios y sentencias orientales, no gratuitos sino bien introducidos en el texto, que ayudan a la propia ambientación asiática y que, entre otros muchos detalles, recalcan el esfuerzo del autor para trabajar la novela. Un libro honesto, muy recomendable: conozco multitud de «obras maestras» que no están a su mismo nivel literario, y ya no digamos best sellers.
Me lo contaron y lo olvidé. Lo vi y lo entendí. Lo hice y lo aprendí.